La configuración del establecimiento, sencilla pero funcional, se adaptó desde un principio a los elementos preexistentes con el objeto de lograr una continuidad en el uso del edificio, sin renunciar a la esencia de la construcción original. La división del espacio resultante puede hacerse en tres grandes áreas: la exterior, la interior y los anexos.

En el exterior nos recibe una estilizada terraza antecedida por una sólida grada compuesta de tres escalones en estilo cemento lavado y pasamanos de forja. De las barandas de la terraza cuelgan durante el verano una suerte de jardineras y macetas con bellos geranios. Lo que unido a las espectaculares vistas de la Sierra del Castillo de Laguarres y la motorizada pérgola (defensa imprescindible frente al implacable sol veraniego) hacen de ella, el lugar ideal para pasar una agradable tarde en buena compañía.

La propia terraza da acceso al interior. Un pequeño hall sirve como zona de descompresión antes de adentrarnos definitivamente en el local. Lo primero que destaca es la zona del Bar, y en concreto su barra. Con más de cinco metros en un acabado de inmaculado acero inoxidable y madera da sensación de frescor, luminosidad y amplitud. Bajo ella, ocultas a los clientes, se encuentran las cámaras frigoríficas repletas de los más variados refrigerios que puedan imaginarse, siempre con la confianza que otorga el saber que se trata de productos de primeras marcas. Elemento que no puede faltar es la cafetera. Aparte de por su vistoso color rojo, destaca por ocupar una posición central entre los estantes destinados a albergar los alcoholes y resto de bebidas espirituosas. Además de constituir un instrumento indispensable para la elaboración de nuestros afamados cafés.

El resto de la estancia, dedicada al servicio de Restaurante, cuenta con un comedor con capacidad para 35 comensales. Éste se organiza interiormente a partir de unos amplios ventanales de característica forma ubicados en la parte septentrional del edifico que permiten vislumbrar perfectamente el evocador paisaje exterior. La tonalidad amarillo crema de las paredes ofrece sensación de calidez (en especial durante el duro invierno) y una extraordinaria luminosidad interior, en conjunción con los antedichos.

Al fondo a la izquierda queda el acceso a la zona de Aseos. Caballeros, Señoras y Personas con Problemas de Movilidad cuentan con su propio espacio. Limpio, amplio, convenientemente adaptado para el alivio de sus necesidades, no descuida, ni el confort, ni la línea estética del resto del local.

Por último, como área anexa se encuentra la zona de la Cocina, verdadero corazón del establecimiento. Amplia en espacio, dotada de todo el utillaje e instrumental necesario para la elaboración de los platos que tanto aprecian nuestros clientes ha sido cuidada en diseño, configuración y decoración. Destaca en ella su barbacoa de interior tipo Josper. Que nos permite ofrecer sabrosísimos platos de carne a la brasa, fruto de la unión entre las carnes de altísima calidad de la zona, el carbón de robles y encinas y el arte y saber hacer, que los años de práctica nos han otorgado y caracterizan en esta disciplina culinaria.